Practicar música de forma habitual mejora las habilidades del lenguaje, la memoria, la conducta o la inteligencia espacial…
Durante la última década se ha generalizado la investigación con músicos profesionales para el estudio de la plasticidad del cerebro.
El motivo parece claro: para lograr una gran velocidad en los dedos, un músico necesita un gran entrenamiento mental.
|